Cómo limpiar tu mochila y dejarla como nueva

¿Tu mochila ha sufrido un accidente en el barro o hace mucho que la tienes y lleva demasiada tierra acumulada? Pues entonces va siendo hora de que la laves.

Limpiar la mochila es muy sencillo, sólo hace falta un par de cosas y paciencia. No la metas a la lavadora por que se te arruinará. Sigue estos sencillos pasos y lograrás que tu mochila quede tan bien como cuando apenas la compraste. Manos a la obra!

Los materiales que necesitarás

Antes de empezar asegurate que tienes a mano todos los siguientes materiales, y hazme caso, reúnelos todos antes de empezar asi no mojas el suelo y todo por delante para buscar algo que te habías dejado fuera. Y también recuerda primero que nada leer la etiqueta de lavado de tu mochila, tal vez el tejido no se puede mojar o tiene precauciones específicas.

  • Shampoo para bebés: Puedes utilizar cualquier tipo de jabón para la ropa pero yo prefiero utilizar shampoo para bebé por que es más delicado pero igual de efectivo que un jabón estandar. Si el tejido de la mochila esta tratado prefiero no utilizar nada muy fuerte que pueda dañarla a largo plazo.
  • Una esponja. Una esponja de los platos ya te sirve. Asegúrate de utilizala siempre del lado más suave.
  • Un cepillo de cerdas suaves, si tienes un cepillo de dientes viejo hará el trabajo perfectamente. Asegúrate de no utilizar un cepillo con cerdas duras por que arruinarás el tejido de la mochila.
  • Un trapo húmedo
  • Waterproof Spray. Esto es solo para el caso que tu mochila sea resistente al agua ya que al lavarla le quitarás la capa de tratamiento al tejido para que repela el agua. Aunque parezca raro es muy sencillo de conseguir, en las casas de motos se venden para ropa de motociclista. Este paso es especiálmente crítico si es una mochila para portátil preparada para soportar salpicaduras.
  • Lubricante para las cremalleras. Si no tienes de esto no es necesario comprar, aplica un poco de vaselina o bálsamo para labios con un hisopo siendo preciso de no manchar el tejido. En el caso que quieras comprar el lubricante específico para cremalleras lo encontrarás también en una tienda que tenga ropa de moto.

Paso uno: Asegúrate de que la mochila esta completamente vacia

Sí, ya lo sé. Este punto parece innecesario, pero aunque parezca tontería a veces nos puede quedar algo guardado en algún bolsillo o pequeño rincón de la mochila. Chequear doble no cuesta nada y nos evitará no solo perder algo por que se moje sino correr el riesgo de que ese algo manche, destiña o se despedace. ¿Alguna vez te ha pasado de poner un pantalón a la lavadora con un pañuelo de papel? Limpair luego el pantalón y todo el resto de ropa que había en la lavadora después de un error tan pequeño como ese puede ser una verdadera pesadilla, así que mejor prevenir que curar.

También da vuelta la mochila y sacúdela para quitar cualquier polvo o suciedad que este en el fondo de la misma.

Paso 2: Limpieza superficial

Antes de mojar del todo la mochila para evitar que la suciedad superficial se mezcle con el agua con jabón vamos a proceder a realizar una limpieza superficial.

Coge un trapo húmedo y pásalo por el interior de la mochila para desprender la suciedad que esta más en la superficie. Repite lo mismo dentro de cada bolsillo y cuando hayas acabado sigue el mismo procedimiento en el exterior de la mochila.

Enjuaga el trapo entre pasada y pasada para mantenerlo siempre limpio.

Paso 3: Pre trata manchas

Si la mochila se te ha manchado en algún lugar específico déjalo en remojo por 30 minutos con shampoo o jabón aplicado en la mancha.

Si es una mancha resistente como aceite, utiliza un producto quita manchas y déjalo en remojo durante 30 minutos o el tiempo que indique el producto en sus instrucciones.

Nunca utilices lejía ya que el daño sería irreverible.

Paso 4: a lavar!

Por fin ya pasamos a la parte de lavar la mochila. Probablemente el mejor lugar para hacerlo es la bañera, así no llenas de jabón y mojas toda la casa, pero si no quieres hacerlo en el baño cualquier pica lo suficientemente profunda para que quepa la mochila te servirá. Personalmente me gusta limpiar la mochila en la bañera no solo por el espacio extra sino por la alcachofa que permite enjuagar de manera más sencilla el jabón que cuando empieza a hacer espuma puede ser una pesadilla esperar a que se vaya por la pica.

Moja completamente la mochila y luego coge la esponja y el jabón para bebés y empieza a limpiar, siempre usando el lado suave de la esponja. Intenta ser metódico e ir por partes así te asegurar de no saltearte nada. Recuerda también la parte interior de la mochila. Utiliza el cepillo de dientes para las zonas con manchas o más sucias y también para limpiar las cremalleras.

Utiliza agua tibia templada.

Paso 5: pon la mochila a secar

Deja que la mochila se seque naturalmente abierta para que también se seque el interior. No la cuelgues al sol o utilices ningún método de secado de calor como la secadora.

Idealmente déjala a secar en la sombra donde le de algo de aire para que no demore tanto en secar y termine agarrando olor a humedad. Ve rotándola para que se seque de forma pareja. Presta especial atención a la zona acolchada que suele demorar bastante más en secar que el resto.

Paso 6: lubrica las cremalleras y aplica el tratamiento repelente para el agua al tejido

Deja que la mochila se seque naturalmente abierta para que también se seque el interior. No la cuelgues al sol o utilices ningún método de secado de calor como la secadora.

Idealmente déjala a secar en la sombra donde le de algo de aire para que no demore tanto en secar y termine agarrando olor a humedad. Ve rotándola para que se seque de forma pareja. Presta especial atención a la zona acolchada que suele demorar bastante más en secar que el resto.

Paso 5: pon la mochila a secar

Después de haber mojado la mochila y limpiado con jabón puede que las cremalleras hayan quedado un poco duras. Esto es debido a que les falta lubricación. Cuando una cremallera esta seca es muy importante abrirla y cerrarla de manera delicada y lenta para no cargarnos los dientes y acabar rompiéndola.

Abre suavemente las cremalleras de la mochila y aplícales el lubricante con el cepillo con el que viene o el bálsamo con un hisopo bien cargado. Cierra y abre la cremallera un par de veces para que el producto se dezplace por todos lados y la totalidad de la cremallera quede protegida y lubricada. Ten cuidado de no manchar el tejido mientras lo haces.

Por último lleva la mochila a algún lugar al aire libre o muy bien ventilado y aplica el aerosol para volver a tratar el tejido con el repelente para agua, aplícalo por parte y de manera ordenada para que no quede ningún área sin cubrir.

Y ya está! Mochila como nueva

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